La determinación permanece
Su voz resonó en mi mente, pero me mantuve firme. Bajo su frialdad, creí percibir un destello de duda, aunque ella nunca lo admitiría. Ese atisbo de debilidad me dio fuerzas. "No voy a echarme atrás ahora", susurré en voz baja, tranquilizándome. Había llegado demasiado lejos y mis razones eran mayores que cualquier incomodidad o humillación. Se trataba de algo más que de mí: de mostrarle algo que no olvidaría.
La determinación permanece
Publicidad